martes, 29 de mayo de 2007

LAS ALMAS BLANCAS

Pero antes de publicar esta obra, quiero mostraros una frase con “sustancia”.

FRASES CON SUSTANCIA. La frase que he escogido hoy es la siguiente:

"En tu relación con cualquier persona, pierdes mucho si no te tomas el tiempo necesario para comprenderla."

Rob Goldston


Y ahora si,hoy voy a editar algo muy especial que escribí hace bastante tiempo. Al principio a este relato le puse el título de “La teoría de las almas blancas” al tratarse de un compendio de reflexiones filosóficas basadas en mis dolorosas experiencias personales – como tantos otros en esta vida -, en intuiciones (soy una mujer muy intuitiva, demasiado por desgracia) y en ideas que me bullían en la cabeza hasta que, como piezas de un puzzle puede encajarlas y así escribir este relato. El caso es que ese título me pareció algo pretencioso y he preferido cambiarlo y editarlo bajo uno más sencillo, más como soy yo: “Las almas blancas”. Yo soy una de ellas. Ya comenté que soy algo “rarita”, quizá demasiado espiritual para la época en la que vivimos. Ya no estamos en la era de Acuario...

Algunos creen que vienen al mundo solo a disfrutar y que todo se les ofrece como un regalo sin que ellos den nada a cambio, quizá porque son egoístas. Otros en cambio piensan que a este “valle” se viene nada más que a sufrir y derramar lágrimas;tal vez porque son masoquistas. Yo creo que la vida es un camino hacia algún lugar y que en este camino hemos de vivir ambas situaciones, ambas experiencias como una especie de prueba a la que somos sometidos para que nuestra alma pueda pasar a nuestra muerte a otra dimensión.


LAS ALMAS BLANCAS


No, si al final voy a tener que dar la razón a los creyentes de una u otra religión. Algo me ha hecho volver a retomar unas ideas que flotan por mi cabeza desde hace casi tres meses y a resultas de... Bueno, eso no viene a cuento. Hay algo que intuyo, seguramente se tratará de un disparate, pero... ¿Creer en algo que no se ve, llámese como se llame, acaso no lo es? ¿Y matar o morir por ello? Y... ¿Acaso no es mejor pensar, cavilar por uno mismo antes que dejarse arrastrar por lo que otros decidan que es lo cierto? Más aún ¿No es preferible buscar uno mismo una explicación, una respuesta por muy loca que sea, a no buscar ninguna?

Finalmente me revelaré ante mis propias creencias (no creer) y al igual que la mayoría de los seres de mi misma especie empezaré a creer en algo y a buscarlo. Sí, porque cuando la vida deja de tener sentido (si es que alguna vez lo ha tenido) hay que encontrárselo.

He ido uniendo en mi mente unas y otras ideas, pensamientos, sentimientos, dudas y preguntas y ahora las transcribo en un papel bajo el nombre de “la teoría de las almas blancas”; aunque también podría ser denominada “la teoría de las puertas”.

Desde jovencita siempre me pregunté por qué estamos aquí, en la tierra y por qué somos diferentes al resto de los animales (concepto de alma). También por qué conocemos a las personas, por qué nos cruzamos con tanta gente a la que después no volvemos a ver ni, en la inmensa mayoría de los casos, a tener noticias. Pero es ahora, hace unos meses y a consecuencia de las últimas vivencias que he llegado a experimentar cuando me he parado a reflexionar para intentar encontrar respuesta a esas preguntas. Me di cuenta de la existencia del alma cuando me la arrebataron...

Mi teoría es la siguiente:

Supuestamente (y de alguna manera en ello me basaré) nuestras almas al nacer traen a cuestas la carga de un pecado original (a su vez esto lo enlazaría con mi teoría acerca del “darwinismo”que ya editaré otro día) que según la religión católica en cuyo seno nací – aunque después no "crecí" – queda perdonado tras el bautismo. Pues bien, retomando esta idea del pecado, yo lo transformo en una mancha oscura, negra, que abarca la totalidad del alma y que lógicamente para alcanzar el estatus que le corresponde como realmente hijos que somos de ese Dios y para poder reunirnos con El Creador, hemos de purificarla. Desde esta concepción habría diferentes tipos de alma; mejor dicho tonalidades de alma. Eso es lo que fundamenta esta teoría y lo que a continuación detallaré.

Hay personas que nacen con una gran cruz a su espalda y que ni siquiera lo saben. Vienen a esta vida a no disfrutar de ella todo lo que deberían e incluso si se me apura diría esa frase que tantas veces he escuchado: “Venir al mundo a sufrir”. Son personas que nacen y viven para perfeccionarse como almas, para alcanzar el estadio siguiente del espíritu como todos los que estamos en este espacio y tiempo; ahora bien esas personas proceden de anteriores espacios y tiempos en los cuales no han sido capaces de "limpiarse" todo lo debido. Según esta teoría, lógicamente, todos hemos de pasar por estas fases ciclícas hasta completar el ciclo cósmico y si en los diferentes ciclos hemos conseguido que esa negra mancha desaparezca en su totalidad (los santos por ejemplo lo han conseguido en el ciclo vital que han vivido en la tierra) podremos formar parte del Creador, pero no todos lo conseguirán. Habrá algunas almas que no llegarán a conseguir esa meta...

Creo que hay personas que tienen el privilegio de servir a los demás: las almas blancas. El resto del mundo y me refiero lógicamente a las almas que no son blancas dan en llamarlos: “tontos”. Creo que las almas blancas están más cerca del Creador. El blanco de su color no significa que sean totalmente puras e incluso un alma blanca suele tener manchas negras de mayor a menor tamaño al nacer y esa también es su lucha: ir eliminándolas ciclo tras ciclo. Un alma totalmente purificada ha de ser transparente, sin color alguno; de tal forma que a través de ella se pudiese contemplar la falta de maldad y la grandeza del alma en sí misma.

Las almas blancas tienen la facultad de dar, de ayudar, para asimismo y mediante este “bien hacer” purificarse. Para su mejor comprensión pondré un ejemplo. Una joven que tenía que cursar un 2º de bachiller de ciencias de la salud había escogido francés como optativa ya que se veía totalmente incapaz de aprobar las matemáticas en ese curso. Una vez matriculada, recibe la llamada del jefe de estudios de su instituto diciéndola que no hay posibilidad de hacer un grupo de francés por problemas de cuadratura de horarios y que tenía que optar sin más solución por las matemáticas. Pues bien, después de que la madre de esa joven hablase con él, el jefe de estudios estuvo revisando y tratando de cuadrar los horarios hasta que dió con la solución y finalmente la joven se pudo librar de las matemáticas. El tal profesor merecería un regalo ¿o no, pues? No sé cómo será el alma de ese jefe de estudios, pero sé que ha recibido el mejor regalo que se le puede dar y que él jamás podría imaginar; el regalo ha sido la posibilidad de ayudar a otro ser humano, de hacer el bien. El verdadero regalo ha sido limpiar, “blanquear” un poco su alma, acercándola un poco mas a esa alma transparente que sería la perfección absoluta: La unión al Creador.

También contribuye a este blanqueamiento del alma, el simple hecho de contactar con el alma de las personas con las que no encontramos a diario, bien en el metro, autobús, en el mercado, en un bar... ¡qué se yo, en cualquier parte!

Una simple sonrisa, un gesto, una mirada que transmita cariño, el ayudar a subir unas bolsas de la compra a una vecina. Todas esas cosas dejan una huella, una energía positiva en el alma de la otra persona, de la receptora y también – y esta es la teoría – ayudan a “limpiar” las respectivas almas. No hace falta un gran contacto para ello. Sí, creo que por eso nos encontramos unos con otros, por eso vamos conociendo a personas que aunque en un principio pensemos que no significan nada en nuestra vida, pues sí lo hacen. Por ejemplo si una persona va sentada en el autobús y sube otra persona o bien sea anciana o embarazada o una madre con su hijo pequeño y se la cede el asiento... Sí, según esta teoría hemos contribuido a – mediante este simple hecho – tornar nuestra alma un poquito más blanca y al mismo tiempo la de la otra persona prepararla para que llegado el caso haga lo mismo y blanqueé la suya. ¿Acaso no nos sonríen esa persona a la que se cede el asiento? Es un mensaje de su alma.

A una compañera mía, no la dejaban hacer un cursillo de formación profesional, por no tener los estudios mínimos; es decir el nivel de la E.S.O., algo totalmente injusto desde mi punto de vista ya que a nuestra edad, pues sabrá Dios los motivos que esa mujer tuvo para no poder acceder a esos estudios; seguramente por problemas económicos en su familia. Es una mujer que vale mucho, y lo ha demostrado – al menos – en la práctica, aunque puede que a nivel de adquirir conocimientos tenga problemas.

Y entonces, Ana, la profesora me miró y me preguntó: “Entonces Rosa, ¿tú crees que por ser buena persona me va mejor? Y yo la contesté: “No, al contrario”. Nuestras miradas fueron más allá, sentí que traspasábamos algo y vi que me comprendió.

Y que decir de esos ángeles sin alas. Me refiero a los mal llamados “errores de la Naturaleza”. Sí, los niños nacidos con el síndrome Dowm; es decir, con un par de cromosomas más. No, no creo que sea tal error, para nada. Esos niños son sin duda los seres más próximos al Creador. De seguro que su ciclo en la Tierra será el último y pasarán a unirse al Creador sin necesidad de seguir completando su ciclo cósmico en otro espacio y tiempo. Ellos son seres inocentes, carentes de maldad y llenos de ternura y además dan a otros – las personas que les cuidan y les tratan con cariño y sin discriminar o reír – la posibilidad de limpiar sus almas para acercarse así al Creador o… alejarse aún más, según el trato que den a estas criaturas para mí, insisto, verdaderos ángeles sin alas en nuestras cotidianas vidas. Todo aquel que necesita de los cuidados de otros está dando a estos la posiblidad de blanquear su alma en su ciclo vital en el espacio y tiempo que le toca vivir aquí en la tierra. No hay que renegar de tener a familiares discapacitados a cargo de uno, o a los ancianos padres cuando ya no pueden valerse por sí mismos porque ellos están, sin saberlo, ofreciendonos el regalo más maravilloso que puede existir: cerrar el ciclo "con matrícula de honor".

A veces, muchas, se encuentran dos almas blancas y entonces surge una corriente de simpatía muy fuerte y estrecha entre ellas. Se ayudan mutuamente, es lo más bonito. Y a veces, por el contrario, un alma blanca se topa con otra alma que no es en concreto a “ella” a la que necesita y simplemente se alejan una de otra sin contacto alguno, sin siquiera una mirada (la gente que camina por las calles, por ejemplo). Doy por hecho que esa alma irá en busca de otra alma blanca que por el motivo que fuese pueda compatibilizar mejor con ella. Y otras veces, las menos encontramos un alma blanca gemela (no todas las "almas gemelas" son blancas...)que puede ser de dos tipos: de amor o de amistad. El contacto entre ellas es lo más maravilloso que puede existir y la perdida de ese contacto lo más doloroso que pueda existir ya que se siente el desfallecimiento del alma, su falta y la incapacidad del individuo para proseguir el camino hacia la verdad. Se sumerge en la más oscura tiniebla: el infierno. El infierno de vivir una existencia sin alma, sin que nada le importe a uno, sin afecto, sin nada. La ausencia del alma le convierte a uno en un zombie sin esperanza de rescatar aquello que le acercaría al sumo Hacedor, al carecer ya de la herramienta para tal menester.

¿El alma duele? Sí y duele mucho. Cuando se nos rompe el alma – y es un hecho cierto – aparte del gran dolor que hemos de sufrir, también se nos queda un vacío terrible, imposible de soportar; a veces es tan grande que puede derivar en un estado de no normalidad en la persona. ¿Por qué se puede romper el alma? Pues tal y como he dicho anteriormente cuando dos almas gemelas se encuentran, ambas se impregnan, la una de la esencia de la otra, si nada rompe esa unión anímica permanecerán unidas por y para siempre; por el contrario si algo quiebra esa unión ambas permanecerán por y para siempre incompletas ya que a cada una de ellas le faltará la parte que la otra tiene, la que depositó en el otro alma bien sea por amistad o amor (casi siempre es más por amor, al ser este el sentimiento más fuerte que el ser humano posee).

Pero las almas blancas tienen un gran problema. Son demasiado sensibles: todo les afecta. A veces ese camino que tienen que recorrer recibiendo múltiples y profundas heridas al ser traicionadas, golpeadas, rotas en tantas y tantas ocasiones se hace demasiado cuesta arriba, terriblemente duro. Hay ocasiones en las que no se supera y un alma blanca – que sufre muchísimo – se ve abocada a su propia destrucción mediante el suicidio.

Ahora bien, en ellas está a su vez y ahí radica su fuerza el poder “salvar” otras almas al lograr que como resultado de su ayuda puedan adquirir o bien ese color o bien ir quitándose el negro. Un alma blanca posee la ingenuidad de un niño y por tanto es una fácil presa para el engaño, pero eso sí y por tal motivo, si un alma blanca cierra la puerta al alma del individuo que le ha causado un mal innecesario, este individuo por más que haga contraerá una deuda anímica que no podrá solventar ya en esa vida, en este mundo y según el daño hecho y sus posteriores acciones puede que la puerta le sea cerrada al mismo tiempo en sucesivas estadios no permitiéndole alcanzar el denominado cristianamente “estado de gracia”. Pondré un ejemplo más ilustrativo:

Una amiga mía (alma blanca, desde mi perspectiva) conoció a una persona – ella es muy intuitiva – que era muy desconfiada, discutían a menudo ya que la otra persona siempre pensaba que le atacaban, en cualquier comentario “sacaba punta” y sin embargo mi amiga me decía: “¡No sé por qué no le mando a la porra y paso de él!”. Yo sí sé la respuesta. El motivo es porque esa persona (cuya alma es desconfiada y oscura) necesita ir blanqueándose y si mi amiga le cierra la puerta, habrá perdido la ocasión de avanzar y pasar de estadio. Él no es un mal individuo y desde luego con mi amiga (aunque no con la mayoría) y seguramente sin que él sepa tampoco el motivo, siempre se ha portado de manera correcta. La puerta la sigue teniendo abierta.

Sí, porque según mi teoría, a este mundo y con nuestras respectivas vidas venimos (tal y como he dicho) a purificarnos, a prepararnos para después de morir acceder a otro espacio diferente (creo que debe de haber más de un cielo, por así llamarle) en el que seguiría purificándose y así sucesivamente hasta el último estadio. La perfección, la totalidad de energía positiva en el alma o dicho de otra forma el cielo. Por el contrario y si no lo puede alcanzar iría en lugar de subiendo, bajando de estadio hasta llegar a ese denominado infierno que no sería sino el desconocimiento del ser Supremo y la negatividad total del alma, puesto que en ella ya no habría absolutamente ninguna energía positiva.

Lógicamente con esta teoría doy por hecho que no se trata de una reencarnación del individuo en sucesivos cuerpos y en sucesivas vidas dentro de este espacio nuestro denominado planeta Tierra.

Por eso creo que tanto si encontramos almas blancas o no en nuestro camino, lo mejor será procurar ayudar y hacer el bien en todo lo posible... No sea que nos cierren la puerta y no dejen sin posibilidad de llegar al ser Supremo, al conocimiento, al saber; o lo que es lo mismo para mí, al cielo...


Madrid, 30 septiembre 2005
© Rosa María Castrillo Rodríguez

domingo, 27 de mayo de 2007

EL PAJARITO QUE CAYÓ DEL NIDO

Y ahora como una es un tanto polifacética (no escribiré nada del todo bien, pero escribo de todo)y por si alguien lee esto y luego le toca contar un cuento a alguno de sus hijos - tal y como me ocurría a mí -, voy a editar el primer cuento infantil que escribí e incluso puede que el primero que inventé precisamente para la mayor de mis dos hijos: Silvia. A ella le encantaba y años después a su hermano también. Pero antes de publicar esta obra, quiero mostraros una frase con “sustancia”.

FRASES CON SUSTANCIA. La frase que he escogido hoy es la siguiente:

"Nadie puede hacer el bien en un espacio de su vida, mientras hace daño en otro. La vida es un todo indivisible."

Mahatma Gandhi



Y ahora estaos calladitos porque voy a empezar a contaros un cuento... Schssssssssss

EL PAJARITO QUE CAYÓ DEL NIDO

Una tarde paseaban por el campo un niñito adorable (Javierito era su nombre) con su perrito “Planck”. Ambos eran inseparables y al niño le encantaba corretear por los campos de cultivo, pisando trigo y cebada - no pasa nada, no se estropean por ello -con sus piececitos y viendo como casi le tapaban. A “Planck” no le hacia gracia, porque luego le picaba todo el cuerpo, pero quería tanto al niño que le acompañaba en sus “pequeñas travesuras”.

En esas estaban cuando repentinamente el cielo oscureció, a pesar de que aún era media tarde. Estaban un poco alejados de su casa y el niñito dijo: “Vamos, Planck” démonos prisa o nos pillará la lluvia”. ¡Qué manera de correr, a su perro se le hacía muy fastidiosa la simple idea de mojarse...!

De todas formas la tormenta estalló en un momento. Los rayos no cesaban de caer y los ensordecedores truenos les hacían temblar pero no podían parar; a pesar de estar agotados de tanto correr. La lluvia incesante no dejaba de caer. Estaban calados hasta los huesos.

De pronto y casi milagrosamente, de entre el ruido del viento, la lluvia, los truenos, y el propio sonido de su jadeante respiración y del incesante tic-tac de su corazón producido por el miedo a los relámpagos, el niño logró escuchar, justo allí, debajo de un árbol el piar de un pajarillo. ¡Detente Planck. Estoy escuchando algo! Pero su perro, ni loco quería pararse; en eso estaba pensando él... Agarraba por el pantalón a su amito para que continuase el camino hacia su casa, pero el niño le dijo: “No, Planck. Seguro que es un pajarillo que ha caído de su nido y nos necesita. Le ayudaremos”.

“Planck” tuvo que aceptar la orden, aún a regañadientes... Ayudó a buscar al pajarillo y en un momento lo encontraron. Era un pequeño y regordete gorrioncito que casi con total seguridad no sabía volar y se debió de caer, por culpa del viento, de su confortable nidito. El niño trepó al árbol, pero encontró el nido vacío y no quiso dejar al gorrioncillo otra vez solo, allí, en mitad de la tormenta. Además parecía que el pobrecito se había lastimado una de sus alitas al caer.

Por fin llegaron a casa. El niño, enseguida - y bajo la atenta mirada un poco celosilla de Planck -, preparó una cajita de cartón y la rellenó de algodón; a continuación con unas gasas y agua tibia y jabonosa, limpió al pajarillo y con todo el cuidado del mundo le curó y vendó el alita dañada. Después, seguido por Planck, fue a la cocina y echó en un cuenco leche tibia con miguitas de pan y se lo dio a comer al pajarillo. Al principio, el pajarito asustado, no quería comer, pero con mimo y tesón el niñito consiguió que su nuevo amiguito comiese.

Pasaron unos días y “Cuco” así llamó el chiquillo a su pajarito, por fin se restableció. Entonces Javierito decidió que tenia que enseñarle a volar antes de dejarle de nuevo en libertad. Y puso manos a la obra, Planck lo miraba como si pensase: “¿Cómo un humano que no sabe volar pretende enseñar a un pájaro que debería saberlo por sí mismo...?”

Pues con mucho amor lo consiguió... Pero mientras tanto, en esos días, los angustiados padres del pajarillo, al encontrar su nido vacío, habían estado buscando a su cría, por todos los lugares; día tras día, noche tras noche.

Y sucedió que uno de esos días, la búsqueda tuvo su fruto y le encontraron. Al ver al niño humano, junto al pajarillo, imaginaron que aquel niño estaba haciendo daño a su cría y empezaron a volar alrededor de él, dispuestos a picotearle por todo su delicado cuerpecito.

Pero “Cuco” en cuanto vió a sus padres, les dijo con su pío-pío: “Papá, mamá, este es mi amigo, gracias a él me salve de la tormenta.” Entonces el pajarillo les contó todo lo que había ocurrido, mientras ellos habían salido a buscar comida para él, y de qué forma el niño y su perro le encontraron, cuidaron e incluso ayudaron a aprender a volar.

Quedaba lo más triste: despedirse; incluso Planck le había cogido mucho cariño a ese regordete intruso. Finalmente el pajarillo, con ojillos brillantes, voló junto a sus padres, hacia su nido.

Pero, como a mí no me gustan los finales tristes...

Todos los días, nada más amanecer, los tres pajarillos llevaban en sus picos florecillas silvestres para depositar en la ventana del niño a modo de "buenos días" y le despertaban con sus lindos gorgoritos y sus pío-pió.

Y como me decía mi madre a mí de chiquita: colorín colorado, este cuento se ha acabado.

© Rosa María Castrillo Rodríguez(año... ¡Uff, o más…!!)

AÚN CABALGA DON QUIJOTE

A este relato le tengo un "no sé qué, qué sé yo" muy especial ya que siempre me he identificado con ese personaje. Siempre batallando contra molinos de viento... Y siempre perdiendo...

Pero antes de publicar esta obra, quiero mostraros una frase con “sustancia”.

FRASES CON SUSTANCIA. La frase que he escogido hoy es la siguiente:

"Si has construido un castillo en el aire, no has perdido el tiempo, es allí donde debería estar. Ahora debes construir los cimientos debajo de él."

George Bernard Shaw


Este es mi particular homenaje a ese célebre personaje creado por un idealista romántico, soñador e iluso como yo. Quizá por eso siempre le entendí...

Lucía está que muerde, a su profesora de lenguaje no se la ha ocurrido otra cosa que imponer a "la pobre y sufridora estudiante" algo que la da verdadero espanto... ¡Ahí es ná: Leer y hacer un trabajo de "El Quijote"!


AÚN CABALGA DON QUIJOTE


En un lugar de Villaverde de cuyo nombre no solo quiero acordarme, si no que siempre recordaré, cierto día y no hace mucho de ello, una profesora de lengua y literatura me mandó leer un libro...

¡Oh Dios, “peazo adoquín” me he de meter “pa dentro”! Fue lo primero que pensé. Se trataba de... “El Quijote”.

Está bien, se me ocurre algo... “Entro en Internet y a ver que encuentro...”

Pero una persona que me conoce muy bien, me dijo: “Léelo y encontrarás que en ti hay algo de él”. Además, hija, si desde Serrat a El Mago de Oz lo han utilizado para inspirarse en sus canciones, por algo será. ¿O no?

Y tan ardua misión comencé, imbuyéndome poco a poco y página tras página, en él.

Descubrí que es un canto a la imaginación. Nos hace ver que en la vida también se necesita tener una dosis de fantasía y que cada uno de nosotros debería de intentar buscar “su” Santo Grial; tal y como hacían los caballeros andantes a los que D. Quijote tanto admiraba y deseaba emular.

Y lo he podido comprobar a través del cariño que su escudero Sancho le profesaba. Este hombre que representa el materialismo, sentía por su amo no solo afecto, también necesitaba el idealismo, el romanticismo, el mundo imaginario de su señor tal y como demuestra tras la muerte del caballero andante.

También creo que todos nosotros somos don Quijote o Sancho, al mismo tiempo, según la persona a la que tengamos al lado. Me refiero a que en todos nosotros existen ambos (en unos más de uno que del otro) y que según las personas a las que tratemos, sacarán de nuestro interior a uno o a otro.

A través de él he aprendido que hay que combatir por lo que deseamos, a pesar de que podamos equivocarnos y que por muy duro y difícil que sea luchar contra las injusticias - en pro de los derechos de los más débiles y los de uno mismo-, la lucha contra esos grandes “molinos de viento”, merece la pena hacerlo y que a veces - tan solo a veces - estos caen, aunque sea con la ayuda de Eolo, el dios de los vientos...

Y ahora, después de su lectura, sé por qué es la joya de nuestra literatura y al mismo tiempo una obra universal; aunque desgraciadamente cada vez haya menos “Quijotes” y más “Sanchos” en la sociedad que nos ha tocado por vivir.

Aunque yo me pregunto por qué todo el mundo ensalza la figura de D. Quijote si a la hora de la verdad, a los que se comportan como él, a los idealistas, los llaman locos, ingenuos o, sencillamente, tontos...

© Rosa María Castrillo Rodríguez

ESTRELLAS FUGACES

En esta ocasión voy a editar un poema al que tengo un gran cariño puesto que va dirigido a un muy querido amigo mío, un hombre que nunca miente. Con este poema gané el II Premio del Primer Certamen de Poesía y Relato Corto "María Moliner".Pero antes de publicar esta obra y como vengo haciendo habitualmente, quiero mostraros una frase con “sustancia”.

FRASES CON SUSTANCIA. La frase que he escogido hoy es la siguiente:

"En el corazón de todos los inviernos vive una primavera palpitante, y detrás de cada noche, viene una aurora sonriente."

Khalil Gibran

ESTRELLAS FUGACES

Somos estrellas fugaces
Hechas de fuego y de hielo.

Yo en tu alma,
Tú en la mía.

Hermosas y deslumbrantes
Pero que se desvanecen
Sin dejar ninguna huella,
Sin hacer ninguna mella.

Yo en tu vida,
Tú en la mía.

Que no cambian nuestro rumbo,
Que se cruzan solamente
Para después proseguir.

Yo a mi paso,
Tú a tu paso.

Viviremos el momento
Haremos de él
El más bello.

Yo a tu lado,
Tú a mi lado.

Y después continuaremos
El camino hacia delante.

Yo a mi puerto,
Tú a tu puerto.

Será este un bello romance
Que algún día recordaremos.

Yo en mi orilla,
Tú en tu orilla...

Y un universo por medio.

© Rosa María Castrillo Rodríguez

sábado, 26 de mayo de 2007

EL HOMBRE DEL SACO

Como aquí no hay manera - o yo no la sé - de poner botones que diferencien los poemas de los relatos o los cuentos tal y como puede hacerse en las páginas web, pues y para variar cada entrada, en esta ocasión edito un relato, pero antes de publicar esta obra, quiero mostraros una frase con “sustancia”.

FRASES CON SUSTANCIA. La frase que he escogido hoy es la siguiente:

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera."

François de la Rochefoucauld


EL HOMBRE DEL SACO

Recuerdo que cuando era pequeña mi madre, a la hora de dormir y ante mi pertinaz cabezonería en no obedecer sumisamente al llamado de la familia Telerín -que eran unos dibujos que salían en televisión mandarnos a dormir -, me decía que si no me dormía pronto vendría a buscarme el hombre del saco. Por supuesto que a esa edad me lo creía todo y me tapaba hasta la cabeza por miedo a que ese malvado hombre viniese por mí y me llevase con él, dentro del saco.

Lógicamente según fui creciendo dejé de creer en tal cuento, hasta hace pocos días que pude cerciorarme de la existencia de tal hombre... Sí, fue en el pueblo. Hacia tiempo que no íbamos por allí y como hacia buen día decidimos, la familia de mi esposo (ex esposo en la actualidad) y nosotros que mejor iríamos a comer a la portada. La portada en una extensión de terreno – más o menos grande – cercada por paredes, con una gran puerta para que puedan acceder incluso tractores. Allí suelen guardar la leña para las estufas y chimeneas; también los sarmientos para asar chuletas, etc. Normalmente dentro de ella construyen un gran cocinón, que es una habitación muy amplia en la cual aparte de cocina hay mesas, sillas y sillones; vamos un todo en uno. También suelen tener un cuarto de baño y una gran cochera en la que se aparcan tanto coches como todo tipo de vehículos, incluso tractores,según sus dimensiones y como no, muchos árboles y una gran huerta.

Pues bien, allí fuimos y enseguida salió a saludarnos la perrita, muy contenta porque hacia mucho que no nos veía y es que, hay que fastidiarse cómo nos conocen por el olfato. Es asombroso. Bueno pues, enseguida vimos unos pequeños gatitos y entonces nos dijeron que dos de las gatas habían parido al mismo tiempo. ¡Qué lindos! Eran graciosísimos, correteando y subiéndose por la leña apilada contra el muro. Allí, escondidas las madres los habían traído al mundo. No se nos acercaron en todo el tiempo, desconfiaban de nosotros. Uno de los familiares nos dijo que no podíamos acercarnos mucho porque nos arañarían. Luego supé el motivo. Su instinto les ponía en guardia. Lamentablemente de nada les serviría...

Ante mi atónita mirada me dijeron que ya habían sacrificado a dos de ellos el día anterior – esa tarde respetaron a los otros a causa de nuestra visita - . Yo no lo podía creer, y entonces me explicaron la forma, eso sí, dificultosa de cómo lo hacían. Se colocan unos guantes grandes y fuertes (de esos que se utilizan en las fábricas para sujetar cosas incandescentes), para evitar ser arañados y una vez capturados se les mete en un saco y ... ¡Dios qué horror! Los estrellan contra una pared. Los matan a golpes. Aunque visto desde su perspectiva eso es menos cruel a dejarles morir por asfixia, dentro del saco. ¡Joder!

Lógicamente atraparlos es difícil ya que los animalitos se esconden entre las cepas que hay amontonadas en la portada. De nada les sirve tampoco eso.

De buena gana me los hubiese traído, pero no era posible. Tampoco para ellos – la gente de pueblo – es posible criar tantos gatos una camada tras otra. Es terrible, es injusto, pero no se puede hacer nada. La gente de campo, cuyos ingresos son más bien escasos, no pueden permitirse el llevar al veterinario a sus animales para evitar que gesten seres vivos que no llegaran a vivir. Y entonces pensé que me gustaría haber sido veterinaria y crear una ONG de esas para esterilizar a gatas o gatos y así evitar el sufrimiento y muerte de esos pobres e indefensos cachorritos cuyas uñas de nada les sirven ante los guantes de fuerte tela que protegen las manos que firmarán su sentencia de muerte.

Sí, desgraciadamente el hombre del saco existe... Al menos, para ellos.


© Rosa María Castrillo Rodríguez

POEMA: LA ARGANZUELA

Un poema dedicado a la calle y al barrio en del que provengo y a un Madrid que existió no hace tanto tiempo y que por desgracia se ha perdido, pero antes de publicar esta obra, quiero mostraros una frase con “sustancia”.

FRASES CON SUSTANCIA. La frase que he escogido hoy es la siguiente:

"La amistad es un alma que habita en dos cuerpos; un corazón que habita en dos almas."

Aristóteles

CALLE DE LA ARGANZUELA


Calle de la Arganzuela,
Con tu hermosa Fuentecilla,
Custodiada por leones,
De la cual el agua brota,
Con explosiva alegría y
Cuya empinada cuesta
Recorrí en mi adolescencia.

Viejas casas, con sus patios
Donde todo el vecindario
Derrochaba su energía
En preparar la sangría
El día 15 de agosto,
Fiesta de su patrona
La virgen de La Paloma.

Asomados en el patio,
Se charlaba, se vivía,
Una existencia tranquila,
Llena de camaradería.
Todas las puertas abiertas,
Sin temores, sin envidias.

Restos de aquel Madrid
Tan castizo y tan chulapo
Del que hoy tan sólo queda
Como leve muestra, El Rastro.

A un lado la freiduría,
Al otro la droguería,
Se atropellan en mi mente
Los recuerdos velozmente
De una etapa de mi vida
Y de toda una familia.

© Rosa María Castrillo Rodríguez

jueves, 24 de mayo de 2007

CUATRO ROSAS EN UNA

UNA VIDA DE ROSA EN ROSA

Érase una vez una mujer que entró en un mundo de fantasía, un mundo irreal... Era una rosa:Yo.

La primera rosa que representaría mi juventud sería una sencilla rosa, como esas que crecen silvestres, en el campo, a su llegada a ese mundo de fantasía.

La segunda, la rosa del azafrán representa mi vida de ama de casa, con las preocupaciones e inconvenientes que ello conlleva....

La tercera, una roja rosa cultivada en su máximo esplendor que representa la transformación que experimenté a causa de un apasionado amor.

Y la cuarta y última, la pequeña flor de pitiminí, representa mi andadura como escritora aficionada en el jardín literario donde tan bellas y fascinantes "rosas" hay.

Bueno podría decirse que esta es, en resumen, mi vida, vista desde un halo romántico y poético: muy como soy yo; Ahora bien, bajando al mundo real - ese que pisamos día a día - diré que soy una mujer que entró por accidente en el universo literario de los escritores aficionados que publicamos a través de Internet. Nací en Madrid, en el de los Austrias y soy "gata"- aunque sin uñas - cuando despegaba la era de "ACUARIO", un 11 de abril de 1960; es decir, un tiempo de grandes cambios, de una apertura de mentes e ideas hacia una forma de vida más espiritual: la época hippy. Y pertenezco - dentro de la especie humana - a un género diferente: el biberonífero. Sí, porque no puedo considerarme mamífera puesto que no me pudo criar mi madre con su leche y a falta de nodriza y gracias a la ciencia, me alimentaron a fuerza de biberones. La leche que utilizaron no sé de que tipo sería, lo único que sé es que a veces me dicen que yo la tengo muy mala... Últimamente estoy convencida de que era de vaca (mi aspecto comienza a semejarse a ellas...)y pienso que quizá las vacas de las que obtenían esa leche que yo tomé en los biberones debían de pastar en algún campo sembrado con "otros fines" por mis queridos hippies, porque es que de verdad que soy una persona de alucine...

En este blog que he creado voy a colgar frases y palabras "con sustancia".

Frase con sustancia

"El verdadero amor es como los espíritus: todos hablan de ellos, pero pocos los han visto."

François de la Rochefoucauld

© 2007 Rosa María Castrillo Rodríguez